viernes, 29 de febrero de 2008

Ensayo Literario en Si Bemol

Anidando en los nidos de las necesidades necias
descubrí difamaciones duras deseosas de desordenar
las locuras largas, lascivas, lentas,
claramente corridas cuando con cara cansada
intentamos influir imponiendo ideas irreverentes
en esta estoica, encarnizada, embolica, esperanza embarazosa.
Luego largamos largas listas lentamente,
listas lisas, lánguidas y lapidarias
que con cuidado cortamos y cambiamos
por partes promiscuas para promover partusas parapléjicas
sin saber ciertamente si superaríamos su sazonante sosiego
u optaríamos por otras oportunas ofertas
dejando detrás detractores desenfadados dispuestos
a armar andenes andróginos abusivamente.
La lengua londinense lo lamenta,
pues imbéciles idiotas insubordinados influyeron irresponsablemente,
con caras confundidas,
en estas espaciadas expresiones extrasensoriales
socialmente sazonadas sin saber sus supersticiones saboreables
insípidas imposibles de imaginar.
Tratando travestis torcidos técnicamente trastornados,
descubrí deseos dramáticos de decir:
"Mirar los pitufos descalzo un día de lluvia,
no puede tener un final feliz".